Half life: Catharina se salió de la jaula.

No, bueno, nadie la tenía enjaulada. Todos sabemos que las niñas han crecido, y son mujeres libres y empoderadas. Pero esta vez el alto perfil le toca a Catharina, la de los suspiros de rayón, a la que le gusta mover la cuerpa en las presentaciones como una tomb-b-boy (sí, acabo de acuñar ese término). Henriette mira de soslayo, taciturna, con su boquita pintada, algo más bien inusual en ella.

 

Foto: Instagram @smerz_

Con sus pantalones holgados y sus zapatillas de goma, Catharina se escapa, persiguiendo una noche tan poco arropada como este track, principalmente percusivo, acusmático, con mucho de tétrico y misterioso. Porque así funciona el tedio, la desazón y el amour fou de estas mujeres vikingas: en la noche gélida, hacen un incendio en sus cuerpos con el beat. Se maquillan en  la cama para llegar high a los clubes subterráneos. Ambivalentes y apasionadas, como ella dice:

 

I need you bad, baby. I need someone bad, maybe.

 

 

 

Con esta pieza, Smerz se nos perfila casi como un nuevo fado, postmoderno y glacial, de mujeres nórdicas. Si el resto de Okay es tan okay como lo que nos han venido mostrando, esperaré pacientemente a que se cuele por The Pirate Bay a ver si consigo mi próximo álbum favorito.

 

By: Dmtri.

Foto de portada: Maria Lyngnes