Ekhe en The 8 Playlist: sus ritmos “locos y hermosos”

Tuvimos una pequeña conversación con el talentoso productor británico Ekhe acerca de sus dos últimos álbumes y su trayectoria como músico y productor. Además, compartió con nosotros un pequeño playlist con sus composiciones favoritas de métrica no-convencional.

 

Ekhe (que se pronuncia Ecker, como ya probablemente sabes) es un good ol’ chap londinense, quien se está dando a conocer, y aparentemente muy bien, pues su debut, Octopush, publicado en el sello Kindergabber, recibió una cantidad singular de atención al aparecer en Spotify. Fue ahí, entre el constante oleaje de sugerencias del pequeño gigante del streaming que lo escuchamos por primera vez, despertando nuestro interés con sus composiciones rítmicamente complejas, minimalistas y enfocadas en el sonido sintético.

 

Dado que su audiencia apenas comienza a formarse, lo contactamos a su e-mail para hacerle las típicas preguntas del “artista emergente”, y nos dio una muy grata sorpresa recibir una contestación muy honesta y llena de detalle. Respecto al hype inducido por Spotify, nos comenta:

 

“Ustedes probablemente sean un excelente ejemplo de la manera en que Spotify ayuda ¡Les permitió descubrirme desde el otro lado del mundo! Lo que ya es decir mucho. (En la disquera) trabajamos duro para promocionar el EP, y fuimos afortunados de que Spotify lo seleccionara en dos playlists con millones de seguidores. Esto de verdad impulsó nuestra campaña. Bastante increíble para un primer EP, pero por supuesto que debo seguir trabajando duro y generar más oportunidades”

Ekhe en The 8 Playlist: sus ritmos “locos y hermosos"

 

¡Brindemos por las nuevas oportunidades! Y pareciera que, al haberse formado para ser un artista tan prolífico y conocedor, sus dos primeros lanzamientos tienen un carácter de entrada, preludio o punta del iceberg en cuanto a su repertorio, capacidad creativa y panorama.

Cómo Ekhe comenzó a relacionarse con la música

Nosotros nos hicimos una idea de sus capacidades como productor al preguntarle en qué modo comenzó a relacionarse con la música.

 

Curiosamente, Ekhe dio sus primeros pasos como un típico niño guitarrista cuando tenía 10, sacando covers de Green Day y Jack White, para luego tomar a este último como influencia en tanto a su ethos orientado al jamming. Después recibió clases de tecnología musical en su escuela secundaria, con lo que se convierte en un productor de variedad doméstica.

 

“Incluso por esos días estaba trabajando en cosas bastante raras y no necesariamente influenciadas por nada en particular, pero finalmente, conforme me involucré más y más con la producción electrónica, terminé por escuchar mucho drum and bass heavy (i.e. Spor) y más adelante le agarré el gusto a Burial.”

 

Sin embargo, su proyecto y disposición actuales son el resultado de sus años universitarios:

 

“Al terminar la escuela fui a Leeds College of Music en el Reino Unido, y siento que fue ahí que todo tomó su rumbo definitivo. Empecé a producir música con un amigo bajo Capua Collective, electrónica downtempo un poco como Four-Tet o los primeros álbums de Bonobo, y también comenzamos una banda para tocar en vivo. Todo esto me introdujo al sampleo, la síntesis analógica y al performance de los escenarios, pero me hacía falta la parte oscura y heavy del drum and bass que solía escuchar y el metal que escucho ahora, así que iniciar mi propio proyecto solista de verdad me permitió explorar ese lado de mi mente musical.”

 

 

Lo que más o menos explica lo prolífico de su producción. Cuando le preguntamos a Ekhe por la minúscula demora entre sus últimos EPs – Octopush y Go/Yon – nos explicó cómo sus experimentos con sintetizadores y su tránsito por varios proyectos creativos le permitieron desarrollar una amplia colección de tracks:

 

“Había estado acumulando un catálogo de música por algún tiempo antes de los dos lanzamientos, explorando estilos algo diferentes pero dentro de la misma paleta sonora. Recientemente me compré un Moog Mother 32, y habría comprado un Roland Juno 6 unos cuantos años antes, mientras tocaba con Capua Collective, y quería poner mis habilidades de síntesis a prueba, así que intenté hacer un montón de canciones sólo con esos dos sintes (Terracotta Goose Shaped Rhyton es en realidad el único track en los dos EPs que utiliza otros sonidos adicionales a los sintes).”

 

Continuando la bonita tradición de exprimir álbumes enteros de unos pocos equipos. En lo que respecta a su manera de componer, Ekhe no tiene dudas respecto al origen de su afición por la polirritmia. Aunque no está tan seguro de cómo surgió su interés por la música de los Balcanes, cuya influencia está muy presente en sus dos EPs:

 

“No me acuerdo bien de cómo llegué a interesarme por la música oriental, pero no tiene nada que ver con vivir en Londres. Creo que la cosa comenzó cuando visité a mi padrino en Líbano y me compró un Oud (un laúd árabe). También tomé algunas clases de ritmos hindúes en la universidad, y en esa etapa estaba súper interesado en Meshuggah, que prácticamente toca puros polirritmos. Todo esto me llevó a buscar nuevas tradiciones rítmicas de las que sacar influencias, y así fue que descubrí la complejidad de los ritmos balcánicos(…)”

 

Ekhe en The 8 Playlist: sus ritmos “locos y hermosos"

Ekhe en The 8 Playlist: sus ritmos “locos y hermosos"

 

Al preguntarle sobre el arte de sus álbumes, nos da la impresión de que es una buena época para disqueras a pequeña y mediana escala. Lo que nos hace cosquillas en nuestro oscuro y solapado deseo porque las multinacionales se extingan. Aparte de esta transformación en las formas de producir música, está el beneficio de una relación más humana entre los creativos de una empresa:

 

“En lo que respecta a las publicaciones, el arte suele quedar fuera de mi influencia. Yo sólo intento conseguir arte que disfruto en un momento en particular y ver si a la disquera les hace feliz trabajar con esos estilos.”

 

“En particular, me gustó mucho el arte de Octopush. Nuevamente, nuestra jefa en Kindergabber, Emma, añadió su propio estilo creativo a la mezcla. Creando el collage con fotografías del polaco Tomasz Berezowski, y más fotos por Nick George, y luego una colección de plantas de parques en Londres.”

 

“Creo que el arte refleja el proceso detrás del álbum. El hecho de que el sello inició para publicar la música que obtiene gracias a la habilidad de unas pocas personas, mezclando nuestro conocimiento para producir algo nuevo de manera orgánica, y no según los criterios de alguna disquera ya establecida.”

 

En contraste con esta actitud de «recién llegado» independiente, Ekhe parece estar muy claro respecto al medio de la música en su país. Le preguntamos si acaso la competitiva escena del Reino Unido y el déficit de atención de los millennials atiborrados de información se le presentaban como un obstáculo a sortear en su camino hacia el éxito y la atención del público, a lo que respondió de manera particularmente perspicaz:

 

“Supongo que es medio rudo darse a conocer en este mercado, pues hay muchísima gente involucrada en él. Lo que mejor me ha resultado es trabajar con un manager, que hace mucho más fácil el mantenerme enfocado en el aspecto de negocios del asunto, que es importantísimo si quieres construir una carrera alrededor de tu pasión.”

 

 

“Es muy fácil distraerme haciendo música, pero el apoyo y el enfoque en áreas como mercadeo de verdad ayudan a poner la música ahí fuera. Eso no es algo específico de Londres, y diría que es difícil tener una estrategia tan solo para esta ciudad. Lo principal es mantenerse presente en la comunidad en la que quieras prosperar y no perder tu identidad. Tanto musical como personalmente, pues el lado personal es lo que emerge en los toques en vivo y es la verdadera forma de hacerse notar.”

 

“He tocado unos cuantos shows en vivo recientemente y ha sido una manera divertidísima de conectar con la escena. Aunque cuando toco uso todos mis equipos, y eso se hace un poco problemático cuando hace falta desplazarse a los shows. Voy a estar dedicándole más a hacer de DJ en el futuro para mantenerme en contacto con la escena musical experimental de Londres.”

 

Lo que es nosotros, cruzamos nuestros dedos para verlo en muchísimos toques y DJ sets en el futuro próximo. Por lo pronto, te dejamos este ingenioso playlist seleccionado por el mismísimo Ekhe ¡Qué lo disfrutes!

 

«He cubierto un amplio paréntesis musical aquí, pero todas las canciones tienen propiedades rítmicas extrañas afines a mi interés. Cada pieza está en un compás extraño, o utiliza los polirritmos como su parte principal».   

 

8 canciones para ritmos hermosos y locos: