Princesa Alba en The 8 Playlist: su empoderamiento viral
Fútbol. Haters. Pechugas. Trap ¿O más bien pop? Estos fueron los ingredientes para crear a la sensación pop latinoamericana perfecta: Princesa Alba, y aquí en WIDE le hemos estado siguiendo la pista por un buen rato. Esta semana, The 8 Playlist te trae una exclusivísima entrevista con la mini-ídolo chilena y una selección de sus canciones favoritas del girl power.
… desde chica soy hincha del equipo de fútbol Colo-Colo, mi hermano fue cadete y mi papá, desde que tengo recuerdos, me llevaba al estadio Monumental. Y entre el 2016-2017 me pasó que subía fotos en instagram con la ubicación “Estadio Monumental” y otro Instagram me reblogeaba. Era un Instagram que subía a todas las mujeres y niñas colocolinas que se llamaba Princesas_ Albas con la descripción “Las princesas ya no usan coronas, ahora usan la camiseta de Colo-Colo”. Amé la idea de explotar el universo del fútbol en Chile y Latinoamérica en un primer vídeo.
Así fue que a poco menos de un año, Princesa Alba graba su primer video musical en el estadio del Colo-Colo, uno de los más “populares” de su país, que convenientemente lleva el nombre de un “sabio cacique mapuche”.
Princesa Alba estremece internet chileno
No se imaginaba que realizar su breve fantasía pop estremecería al internet chileno. Alborotándole identidades de clase, machismo, feminismos y las más pura estupidez a más de una de las casi dos millones de personas que lo viralizaron.
Como queriendo gritar “¡Gentrificación!” sin hallar la palabra, los de arriba, abajo y el medio no sabían si tildarla de cuica o de flaite (la primera, análoga a la sifrina venezolana y la segunda con gran semejanza al chav inglés): a cada uno le da una picazón difícil de rascar cuando el Marx asoma la cabeza. Nada ingenua en esto, comenta:
… hay que entender que en Chile, como en la mayoría de países latinos existe mucha desigualdad social. De hecho Santiago está muy dividido en clases sociales, también en cuanto a educación, salud y muchas cosas más.
(…) Mi colegio es uno caro para el promedio chileno y por ende, no me podía hacerme llamar hincha de Colo-Colo, porque es un equipo popular (…).
Y sí, yo nací privilegiada pero mis papás no, fueron la primera generación de su familia en ir a la universidad, mi abuelo era colectivero (…)
Otros, en una onda de estilismo, repararon en su simpático conjuntico kitsch con escote y gorra, o en sus bonitas proporciones, pero en un tono bastante poco lisonjero. Las cosas son así desde que el mundo es el mundo, sea en el internet o el valle de lágrimas de turno. Existir es que le vas a caer mal a alguien.
Photo by: blvvelvet x María Teresa Aravena
Princesa Alba y su producción
Lo que quizás no mira el ojo inexperto es que Trinidad venía ya apertrechada de un rutilante aparato discursivo feminista y una piel gruesa, manteniéndose sonriente y chill ante el “REEEEEEEEEEEEEEE” ensordecedor de los comments. Su producción, aunque naif, es sólo un índice de las nuevas formas de la cosa que los humanistas llaman “subjetividad”.
… De hecho mis canciones hablan de eso, del empoderamiento, de pasarlo bien sola, del girl power. Me considero feminista por ende mis canciones siempre irán en esa dirección.
A algunos otros nos bastó mirar el texto/gif en 3D que presenta al video, con un airecito al dancing baby y el filtro de perrito, para comprender que su “propuesta estética” nada tiene que ver con el pesadísimo hábito de tomarse muy en serio. Como explica al hablar de sus letras:
… Siento que hoy todos estamos disociados entre tu yo real y el virtual, el yo virtual siempre va a ser más desinhibido y más cool. Como que a veces me siento Lil Miquela y que Princesa Alba es de mentira pero en verdad si existe y es mi universo interior, que sólo saco de mejor manera a través de la virtualidad, el arte y la música. En ese sentido mis letras son tanto experiencia personal como fantasía que para mi son lo mismo (…).
Cosas que escapan de la categorización de lo inmediatamente aparente. Aunque se trate de un contenido ligero, sin pretensión vanguardista, Princesa Alba no es ingenua ante la investidura de la estrella pop y cómo se la interpreta; puede intuir las posiciones antagónicas dentro del feminismo, entre mostrar el cuerpo y objetificarse, o mostrarlo porque nos pertenece y no tiene nada de malo.
La libertada de lo femenino resulta fastidiosa?
Si algo demuestra la crítica es que la llamada “mirada masculina” no se mira a sí misma, y que la libertad de lo femenino aún le resulta fastidiosa; algo que la cantante ya ha sentido en su propio cuerpo:
La verdad es que tuve bulimia más de 6 años. Luché conmigo misma, me odié profundamente y, en ese sentido, cuando explotó el bullying virtual (que sigue hasta el día de hoy) ya tenía una coraza muy fuerte, porque cuando tu eres tu propia enemiga tantos años nadie más te puede hacer tanto daño como tu misma. Por eso habiendo superado eso, después de haberme vuelto a amar, finalmente siento que soy inmune a todas esos juicios <3
En Venezuela tenemos una expresión súuuper simpática que cada tanto aparece en el instagram de las niñas lindas (y no tan lindas) y nuestras divas insumisas de la comunidad LGBTQ: “¡Un saludo a todas las envidiosas!”, un enunciado con carácter netamente retórico, ante una audiencia que no es palpable pero se intuye omnipresente (y antipática). Y encontramos a la sonrisa de Princesa Alba muy así, desafiante y jovial, ligera de ánimos ante una avalancha de haters.
Abajo encontrarás un pequeño playlist con las canciones que le suben los ánimos y le hacen imposible de hundir: