Von Melt y sus sonidos, atmósferas que pulsan con vitalidad, melodías que se repiten como mantras invitándonos a cerrar los ojos, y sumergirnos en el ritmo.

Texturas oceánicas, sedosas, anestésicas, o de una solidez compacta y rasa como un lingote de obsidiana, una disquera chilena dedicada a las formas más abstractas, puras y meditativas del techno y la electrónica experimental, con un extenso repertorio de piezas que pulsan con un kick en four-on-the-floor en el que se pasean todas las variedades conocidas de redoblantes y hi-hats.

De hecho, y ni hablar de sintetizadores, pues son ellos los principales cantores en su ensemble, osciladores rabiosos con dientes de sierra, tonos metálicos de FM y todos los animalitos que surgen de las vertientes aditiva, subtractiva y granular.

Este sello se pasea por todos los vericuetos de la electrónica contemporánea. Han dedicado momentos a clásicos jóvenes como el dubstep, future garage y una que otra incursión hacia los territorios sonoros del hypnagogic pop. Atravesado por las atmósferas del ambient, su repertorio muestra una fuerte inclinación hacia la fusión de toda clase de géneros, mirando en la dirección del IDM y Breakbeat.