TOXE

 

Cuando los sociólogos quieren aludir a la capacidad de los individuos y comunidades de actuar con autonomía, según sus propias convicciones o puntos de vista – en lugar de aceptar pasivamente lo que el medio les impone – utilizan una palabrita de lo más simpática: “agencia”. Pocos momentos demuestran este “hacerse un lugar en el mundo” y la construcción del propio sentido de la vida como los años finales de la adolescencia y la juventud, con un proceso creativo y puestas en escena más accidentados que deliberados, claro está. Es desde este lugar donde la DJ y productora suiza Tove Agélii – a.k.a. Toxe – nos habla.

Toxe alcanzó su primer tanto de reconocimiento con Xic, un remix de Britney por aquellos años en que las gotas apenas comenzaban a asomarse al borde de (su) vaso. En esta pieza encontraremos la mayoría de los elementos expresivos que distinguen su trabajo: distintos ritmos superpuestos, el collage musical y atmósferas de gran tensión y energía. Encontramos el uso de estos recursos en sus siguientes EPs aunado a un uso creciente de melodías a base de sintetizadores que establecen el mood de cada pieza.

 

 

Esta preferencia por el collage sonoro tiene especial presencia en su trabajo como DJ: Remezclando una diversidad horrenda de géneros – ritmos afrocaribeños, ambient, reggaetón, R&B, nu metal y la lista sigue – Agélii hace un uso exhaustivo del sampleo, en cortes puntillistas o que establecen el compás de la pieza para luego complicarlos y darles una particular tónica paranoide con beats explosivos compuestos de una paleta sonora gélida y abrasiva.

¿En qué lugar de la noche encaja Toxe? Si bien escribir sobre música es como bailar sobre arquitectura, para acercarnos más a las sensaciones que esta artista invoca, imaginemos la secuencia introductoria de The Hunger: sólo falta que los cambios de cámara se den con frenesí, reemplazar Bela Lugosis Dead por un híbrido huesudo de Mr. Oizo, Burial y Crystal Castles y colorear a los bailarines penumbrosos con sendas dosis de ketamina y Hoffman.

Esta búsqueda del borde de la noche encaja perfectamente con el setting del club, y los sets de la joven productora ya han hecho su aparición en escenarios tan icónicos como el Boiler Room de Berlín. Además ha participado en la Red Bull Music Academy y el festival Sónar de Barcelona. Muy pronto, la veremos en el Hyperreality Vienés.

Al principio, hablé sobre la noción de ‘agencia’. En el ámbito socio-cultural, Toxe se presenta como una exponente de los valores feministas. En su grupo de Facebook, Sister,, ha construido un espacio para la participación y agenciamiento femenino: un escenario para la presentación de los trabajos de las productoras independientes, presentando periódicamente mixes de SoundCloud  para los trabajos más destacados en miras al desarrollo de relaciones y alianzas para construir nuevos canales de difusión, paralelos a los de la industria musical, un ámbito aún por abandonar ciertas prácticas de la hegemonía masculina. Así, el trabajo de Tove Agélii hay algo más que la función social del artista. Más que interpelar la estética de un período artístico determinado y ofrecer un producto cultural que converse con los estilos que lo pueblan y nos entretienen y decoran nuestras noches politoxicómanas, Toxe se ha ocupado de movilizar a su público y a sus iguales hacia la gestión cultural. Sin duda, son primeros pasos en la dirección correcta.