WIDE Recomienda: #0022

 

En esta edición del WIDE Recomienda te ofrecemos una comida balanceada con las grasas saturadas del mainstream y los berros y remolachas del underground, con dos lanzamientos de altísimo perfil y factura, un par de sencillos en una complaciente onda retro, un vaporoso track psicodélico y las transparentes barrabasadas de El Madrileño.

1. Scott Xylo – Hold On

Scott Xylo acaba sacar un álbum nuevo bajo el sello de Black Acre, una espesa y bastante sazonada contribución a epidemia de “nostalgia de 30 años” con guiños y alusiones a clásicos inmortales como Fela Kuti, Earth Wind and Fire y Funkadelic. Cual si se tratara de juntar el hambre con las ganas de comer, estos referentes se funden con el neo-soul, los beats del hip-hop y la cultura de Soundsystems británica de la que ha sido parte el joven productor para hacer un híbrido con una identidad distinguida y reconocible gracias a su minucioso diseño sonoro, que en varias ocasiones coloca los instrumentos en lugares dispares del espacio sonoro, creando efectivamente lugares sónicos. Tras una discreta hilera de pre-releases en su Soundcloud, nos acerca en el video para “Hold On”, en el que la desorientación sonora contrasta con escenas simples que poco a poco se van disolviendo para unirse con las formas psicodélicas de la música, en una simbología que nos da flojera investigar.

 

2. Desos – I Luv

El DJ danés Brian Løgstrup nos ofrece este simpático track como abrebocas a su nuevo EP  Nave, que se arrastra por la marea entre los territorios del deep house y el nu disco: una breve compilación que cae junto a la noche, en antros fancys o discotecas que se acercan tímidamente al punto de ebullición a unos agradables 120 BPM en una cacerola con hi-hats crocantes y un kick drum 4/4 sólido y estable, a diferencia de tu novi@.

 

3. Blood Orange – Negro Swan

Ya se veía venir a Blood Orange con su nuevo álbum, y es todo lo que esperábamos: una colección de 16 tracks ultra-smooth, con una rítmica que nos obliga a asentir con la cabeza y una paleta de texturas sónicas de la más exquisita manufactura: pianos eléctricos iridiscentes, lineas de bajo gruesas y comprimidos (o sus émulos sintéticos) que quedan ocasionalmente a la merced de insurrectos sintetizadores que los atraviesan de un lado a otro como un bisturí o les sumergen en un baño de colores anestésicos. Este juego de imágenes sonoras no es gratuito, pues – en las palabras de su autor – el álbum está dirigido ‘explorar las depresiones y ansiedades de queers y afrodescendientes’. No somos quién para juzgar, pero podemos decir que este trabajo se distingue completamente del hype que suele rodear a las cuestiones de la interseccionalidad y la diversidad, ofreciendo un tratamiento hondo y sentido de su temática. Nos quitamos los sombreros (figurativos).

 

Escucha las recomendaciones de la edición anterior (0021) aquí

4. J Hus – Did You See (C. Tangana Remix)

El remix como forma expresiva goza de esa agradable tonalidad en que se hacen visibles el homenaje, la parodia y la apropiación, y la última sienta bastante bien al productor Madrileño C. Tangana, quien ha venido haciéndose de cierto perfil internacional por la agudeza de sus comentarios y su afable socarronería, quien hace pocos días celebró un concierto en vivo en Valladolid en donde se robó (a falta de mejor palabra) la atención y afectos del público. El presente track re-enmarca el sencillo de platino de J Hus colocando al rapero británico en segundo plano: C. Tangana se roba su Mercedes Benz blanco y se va quemando caucho, con ganas de chocar el carro (Loc. Ven: actuar sin miramientos y con flagrante picardía).

 

5. Men I Trust – Seven

Una página de Wikipedia se pregunta ¿Indie, electropop, dream pop? Acá tampoco estamos seguros, pero este último sencillo de Men I Trust nos impacta en ese lugar de las sensibilidades pop de los consumidores veinti-treintiañeros donde suele encontrarse Fleetwood Mac y más recientemente Mac DeMarco: Guitarras que han bebido mucho o están desmayándose del sueño, si es que no nos están desnudando. Afable percusión instrumental y un chicloso bajo comprimido hasta que cada una de sus notas explota como burbujas como bubble butts. En fin, cosas sencillas y placenteras, como para cocinar con las personas que nos queremos llevar a la cama con un respectivo vasito de vino ¿Ahora sí entiendes?